Una de las tecnologías de desalación más utilizadas es la ósmosis inversa. Previo al proceso de la separación del agua de las sales y minerales, el agua de mar o salobre requiere la eliminación de las partículas de mayor tamaño para un correcto funcionamiento de las membranas de ósmosis inversa. Nuestros filtros de arena facilitan la remoción de estos sólidos suspendidos para evitar la saturación de las membranas.

Además, posterior a la ósmosis inversa, el agua debe ser remineralizada mediante lechos de calcita que permiten aumentar la alcalinidad y la dureza del agua desalada y reducir su corrosividad con el fin de que sea apta para el consumo humano, uso doméstico, industrial o riego.

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